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SIT_AC XIV: hablar de lo que ya no se habla, cuando se habla de arte

15 enero 2019

SIT_AC XIV: hablar de lo que ya no se habla, cuando se habla de arte

João Fernandes (Portugal, 1964), actual curador del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (ubicado en Madrid, España), fue el encargado de crear la línea conductual de esta nueva edición del Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo (SIT_AC XIV).

Después de darle vueltas al asunto, Fernandes llegó a la conclusión que en la actualidad el arte se ha vuelto una paradoja, es decir, que hay arte por todos lados ya que se ha transformado en una necesidad capitalista, pero nadie habla del arte y menos aún del concepto fundamental de este: la obra de arte.

Muchas de las veces, además de la repetición en masa de las obras de arte, los artistas más que verse como creadores, son tratados como celebridades, todo gracias a la actual cultura/culto a la personalidad.

Esto se puede explicar con la anécdota de Picasso haciendo un dibujo en una servilleta para pagar la cuenta de un restaurante. La mesera le preguntó si se lo firmaba, a lo que el pintor contestó: “Estoy pagando el almuerzo, no comprando el restaurante”.

Su firma era lo que valía millones, más que sus creaciones.

Así pues, pensando en que la cultura a la personalidad es una de las cúspides capitalistas, no suena descabellado que cuando hablamos del arte se deje de lado a la obra de arte. Esta podría ser una de las razones por la cual las exposiciones en México, donde grandes pintores o escultores llegan al país, son tan concurridas, con incluso filas de horas para entrar.

No se busca encontrar la fascinación del arte en las piezas que se exhiben, sino en el hecho de verlas, que es sencillamente lo que se busca.

Aunque últimamente se ha intentado que los visitantes contemplen las obras de arte sin un celular de por medio, con la sencilla regla de no poder tomar fotos, es una realidad que muchas exposiciones no se pueden permitir eso, ya que implica que los números de asistentes bajen.

Pensemos en la exposición “Obsesión infinita” de Yayoi Kusama de 2015 que abarrotó el Museo Tamayo por meses. Incluso el museo tuvo que abrir sus puertas en la madrugada tratando de solventar la demanda por la exposición; pero esta euforia no explotó por la calidad del trabajo de la artista, sino porque era un gran lugar para tener una foto. Era el lugar estético por excelencia para una selfie.

En este mismo año se llevó a cabo, casi paralelamente, la exposición “Landscapes of the mind” en el MUNAL, en el que se presentaban 111 piezas que mostraban la evolución del paisajismo en Reino Unido. Había obras increíbles, aunque casi ningún nombre rimbombante, pero eso no rompía con la calidad y la inmersión de la exposición. Sólo había una regla: no tomar fotos. Lo que hizo que pasara bastante desapercibida, nadie podía tener su selfie.

Tanto el culto por la personalidad y la necesidad de documentar todo con una cámara, antes de con un recuerdo o el mero disfrute estético, es lo que ha entorpecido la intención del arte.

Ahora si hablamos del arte contemporáneo, es una cuestión más específica. A veces pareciera que existe una barrera gigante entre el espectador, la obra y el discurso que conlleva, y este último es más imprescindible de lo que fue nunca dentro del arte.

Muchas obras de arte contemporáneo no son estéticas dentro de sí mismas (como las obras de Yayoi Kusama, las cuales eran tremendamente estéticas aunque aparentemente poco importaba el discurso), así que dejan la obra a la explicación o al discurso detrás, el cual puede llegar a encantarte. Aun así, en muchos casos, lo que pesa es el nombre del artista, siendo este quien le ofrece el verdadero valor a, por ejemplo, un clip extendido recargado contra la pared.

El arte siempre ha sido elitista, no es un secreto, pero al dejar de hablar de la obra de arte por todas las disertaciones de arriba, se excluye al espectador y este se vuelve un “turista” (en palabras de Fernandes), el cual está domesticado para reconocer lo que ya conoce, por ejemplo, viajar para (re)conocer la Mona Lisa.

Así pues, bajo la premisa de volver a hablar de la obra de arte con la espera de convertir al espectador en un ente crítico, es que la XIV edición de SIT_AC tomará la palabra en conferencias magistrales y simposios. Los cuales se llevarán a cabo del 17 al 19 de enero en el Auditorio del Museo de Antropología (Av. Paseo de la Reforma s/n, Polanco, Bosque de Chapultepec I Secc, CDMX).

Todas los eventos serán gratuitos, sólo tomando en cuenta que el cupo es limitado.

Para más información haz clic aquí.

Escrita por:

Nora Morales

15 enero 2019

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