Lo que nunca creímos ver está por llegar a las tiendas el 4 de abril: Chanel, de la mano del músico y productor musical Pharrell, sacará su propia línea de streetwear unisex. 

Después de años y años de continuar con la línea que Coco Chanel delineó para su marca, Karl Lagerfeld dejó el siguiente paso para la marca que cuidó celosamente hasta su muerte.

Todos tenemos en mente a Chanel como la marca de la sofisticación, de la simpleza, en términos básicos lo que un imaginario poco instruido cree que es la moda.

Pero este año, al poco tiempo de la muerte de Lagerfeld veremos lo impensable hace un tiempo, la creación de una línea de ropa casual. El nuevo fetichismo de las generaciones más jóvenes ya no sólo se quedará en Louis Vuitton o Gucci, sino que avanza y, al menos por una colección, rompe los paradigmas de lo que creímos que sería Chanel hasta el fin de los tiempos.

Claro que desde 2010 Pharrell se volvió una de las tantas musas que Lagerfeld tuvo a lo largo de su vida, y además de cerrar pasarelas con diseños hechos sólo para él, creó unos tenis con esta firma. Pero nadie (ni el mismo productor musical) imaginaba que iba a evolucionar hasta la creación de esta colección.

Dice mucho que esta fue de las últimas cosas que Lagerfeld aprobó para la casa de diseñadores, ya que si este hombre obtuvo el título del Káiser de la Moda fue por su capacidad de innovar e intuir las nuevas tendencias.

Y es una realidad que lo nuevo, lo que está llegando para quedarse, es hablarle a las nuevas generaciones, quienes ya tienen por ídolo a figuras como Virgil Abloh, uno de los mayores en el streetwear del mundo.

Por tanto, si el káiser de la moda dejó como siguiente paso de Chanel la ruptura de los valores que él mismo cultivó a lo largo de años, podemos ir transformando la idea de sofisticación, porque lo de ahora está en figuras como Pharrell y J Balvin (uno de los últimos hombres que obtuvo una foto con Lagerfeld).

Ahora hablemos de la colección, además de que parecía impensable ver un hoody con la marca Chanel, y mucho menos pants (quienes el propio Káiser criticó, al decir que las personas que usan esta prenda ya se habían rendido en la vida), es una colección unisex.

Otro paradigma roto, ya que nunca en su historia Chanel había creado ropa que pudieran usar hombres, su público siempre habían sido mujeres de alta alcurnia. Ahora no sólo llega con prendas streetwear que pueden usar hombres, sino que tiene una de las premisas de la modernidad, la homogeneización de los géneros.

Algo con lo que ya había estado experimentando Virgil Abloh con su marca personal Off-White, en una entrevista que concedió para la Revista GQ, el diseñador dijo: "Normalmente, la moda va sobre ser una cosa u otra. Lujo, streetwear, hombres, mujeres…  en Off-White no hay elecciones”.

Así que era un paso más que necesario, porque incluso marcas como Gucci habían estado inclinándose a las masas y las nuevas generaciones. Incluso hay estudios que hablan sobre el por qué los jóvenes prefieren esta marca y no otras, concluyendo que Gucci los escuchaba e inmediatamente la asocian con prestigio.

De igual forma, con la llegada de Abloh a Louis Vuitton, era más que obvio que comenzaría a delinear sus propias creencias dentro de la prestigiosa marca.

Por lo que era un paso más que arriesgado para la marca francesa, pero era necesario si aspiraba innovar y hablarle a todos los nuevos exponentes públicos del momento, quienes prefieren marcas que entienden lo que quieren transmitir.

Como Fendi, el lugar seguro en el que Karl Lagerfeld experimentó con el streetwear, una de las marcas favoritas de Nicky Minaj; Off-White, marca favorita de los raperos y reggaetoneros, al igual que Balenciaga y Gucci; y cómo olvidar Louis Vuitton, la marca que viste todo el tiempo Billie Eilish.

Así que nos ponemos de pie para darle un aplauso a Karl Lagerfeld por abrir paso a la transformación e innovación de la marca francesa.

Ahora sólo no queda más que expectación por ver el futuro de Chanel, sin Lagerfeld, con su primera colección streetwear y con Virginie Viard a la cabeza.

FOTO: Christopher William Adach from Mexico [CC BY-SA 2.0]