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La belleza mexicana y el México contemporáneo

03 abril 2019

La belleza mexicana y el México contemporáneo

La mexicanidad ha sido un tópico inasible para distintos autores que han ido en su búsqueda, desde Octavio Paz con su célebre ensayo El laberinto de la soledad (1950), pasando por La psicología del mexicano (1982) de Rogelio Díaz-Guerrero, hasta llegar a Mextilo (2017) de Gustavo Prado. Cada uno de estos autores desde sus distintas trincheras ha ido en su búsqueda.

Los distintos autores arribaron a conclusiones no muy alentadoras, pero pareciera que a partir del auge del odio a los inmigrantes en Estados Unidos, la búsqueda de la identidad mexicana y latina se ha vuelto un tópico mainstream.

 

Colonialismo

La historia mexicana es curiosa, con cada transformación política y social parece que se intenta borrar lo que queda detrás, tal vez sea un conocimiento bien aprendido de los colonizadores. Desde mi perspectiva, el afán destruccionista en la historia del país es uno de los posibles porqués de no estar muy seguros de qué es lo mexicano.

Desde primaria nos han enseñado que los españoles llegaron a colonizar, por ende a destruir a nuestros antepasados (mismos que no eran un grupo homogéneo), lo curioso de todo esto, es que seguimos teniendo su visión colonialista y esto no ha sido particularmente exhibido para erradicarlo.

Pensemos cuando vamos a un mercado y el halago que usan los marchantes para que les compremos es “güerito/a”, lo que decanta en números terroríficos: según el “Documento Informativo sobre Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial” (2015) de la CONAPRED, el 53.5% de las mujeres y el 39.4% de los hombres se identifican con los tonos de piel más claros.

En términos básicos, la tez morena no es vista como un atributo que se puede presumir.

En Mextilo Gustavo Prado dice: “Quien entiende la sociedad mexicana incluso hoy, la sabe clasista hasta la médula. En la colonia, desde los materiales hasta el tipo de prenda era un anuncio constante y ostensible de pertenencia. Dos, tres o cuatro siglos después y la situación no es muy diferente”. En la época novohispana, por la vestimenta y el tono de piel (por tanto la casta) era que la sociedad establecía las jerarquías.

Incluso después de la Independencia, una lucha para erradicar el poderío español, existen registros como los del libro La vida en México durante una residencia de dos años en ese país (1843) escrito por la Marquesa de Calderón de la Barca en el siglo XIX. Ella era una mujer cosmopolita interesada por la moda y la belleza, por lo que posó su mirada sobre estos temas en su vida en México, en este sentido, escribe:

“La belleza de las mujeres de aquí consiste en los soberbios ojos negros, en el hermoso cabello oscuro, en la hermosura de brazos y manos y en su pequeño y bien formado pie. Y sus defectos: que con demasiada frecuencia son de corta estatura y demasiado gordas, de que sus dientes suelen ser malos y el color de su tez no es el olivo pálido de las españolas ni el moreno brillante de las italianas, sino un amarillo bilioso”, texto recuperado en el libro Mextilo.

A pesar de los siglos y las transformaciones, el racismo continúa adherido a nuestro inconsciente colectivo, como en el “mejorar la raza” o en denominar con diminutivos a los morenos porque la palabra en sí es considerada una ofensa.

 

La belleza mexicana

Tal vez pocos conocen al caricaturista, muralista y padre de la moda mexicana Ramón Valdiosera (1918​-2017), pero él ha tenido una influencia gigantesca. Simplemente, él fue quien nombró al Rosa mexicano.

El libro Mextilo retoma una entrevista radial en la década de los cuarenta, en la que la periodista Rosario Sansores unió a los tres pioneros de la moda mexicana: Valdés Pesa, Henri De Chatillón y Ramón Valdiosera. El programa iba dirigido hacia la existencia o no de una identidad y una moda mexicana. Los dos primeros dijeron que no, porque no podían competir con Estados Unidos ni con Europa, además de que a México le faltaba una cultura refinada y elegante como la griega.

Ante las afirmaciones Ramón Valdiosera contestó: “Yo creo que los señores, por pensar, uno en Francia y el otro en Grecia, desconocen al país. Ignoran los materiales autóctonos, los tejidos de hilo fino, de seda, los finos deshilachados y los bellos bordados, y sobre todo el acervo de nuestras culturas pasadas en su tipo y personalidad”.

A pesar de todos estos estigmas que la sociedad mexicana ha ido arrastrando por siglos, la búsqueda de lo mexicano es algo a lo que se ha intentado regresar.

Pensemos en la Época de Oro del cine mexicano, los mismos años de Valdiosera. Por la falta de exponentes estadounidenses y europeos por las dos guerras mundiales, México tomó la batuta en la creación de cine. Fue aquí donde figuras como Dolores del Río, María Félix o Pedro Infante hicieron cimbrar al mundo, con películas que recreaban al México posrevolucionario y su cotidianeidad.

Incluso estos dejos de nacionalismo siguieron permeando a las generaciones de los cincuenta y los sesenta, pero era un nacionalismo clasista y profundamente racista.

 

“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos"

En los años ochenta fue cuando México comenzó a abrir sus puertas al neoliberalismo y el país se vio inundado por la cultura pop anglosajona, los videos de MTV y McDonald’s, y casi en consecuencia, sus cánones de belleza fueron los que terminaron por impactar a México. Las ideas de bienestar, belleza y moda estadounidenses terminaron por cuajar con los estigmas que México cargaba sobre sus hombros, y así se adoptaron.

Pareciera que nuestro país necesita mirar afuera para decidir hacia dónde actuar.

México tiene ideas particulares sobre lo que significa ser mexicano, porque resguardamos la cultura prehispánica de forma celosa de los extranjeros, pero esperamos la legitimación externa.

A menos que sean referentes aceptables mediáticamente, como Coco (2017), en ese caso nadie puso el grito en el cielo, sino todos nos levantaremos a aplaudir.

Así pues, la pregunta continúa, ¿qué es lo mexicano?

 

Trump y la xenofobia

Lo inmigrantes fueron la excusa electoral del actual presidente estadounidense para subir a su cargo. En general, podemos decir que el racismo norteamericano ha sido una constante, pero a partir de la llegada de Trump al poder se volvió el estandarte de muchos.

Lo cual tuvo una reacción en México, tanto del presidente Peña Nieto, como un repudio generalizado en el país. Para ejemplos, basta recordar la Marcha por México, en la que podíamos ver caminar sobre Reforma a cientos de personas de clases altas, mostrando su molestia contra los comentarios xenofóbicos.

Pero si nos vamos un par de años atrás, podemos encontrar los primeros destellos del mexicanismo mainstream, el cual fue explotado por los mismos estadounidenses. Pensemos en primera instancia en la secuencia inicial de la película Spectre (2015) la cual fue grabada en la Ciudad de México. A partir de ella es que comenzó a realizarse el desfile de Día de Muertos.

 

 

O en los videos del grupo de electrónica Disclosure, “Omen” (2015) y “Holding On” (2015), los cuales de igual manera fueron grabados en México. Lo realmente destacable es que están dentro de un contexto mexicano y los actores principales son caras mexicanas.

 

 

El video de la canción “3ww” de Alt-J de 2017, es una joya dirigida por Young Replicant, pero grabado en Real de Catorce, con la mayor parte del equipo conformado por mexicanos, así como las caras que protagonizan este video, la actriz Luba Ramírez y Juan Pablo de Santiago. Lo que hace distinto a este video de los creados por Disclosure, es que la fotografía parece que fue creada por Gabriel Figueroa o Graciela Iturbide.

Además que la historia del video parece sacada del mundo real maravilloso de Juan Rulfo.

Regresando a la explosión de repudio a la xenofobia simbolizada por Trump, es curioso notar que con este impulso la búsqueda de la mexicanidad se volvió parte del estandarte mainstream de las nuevas generaciones.

Para ejemplo, la chamarra “Mexico is the Shit” del diseñador Anuar Layón, la cual salió a finales del 2016, justo después de que Trump fuera declarado el próximo presidente de Estados Unidos.

No olvidemos el anuncio de la nueva tienda de H&M en la calle de Madero. Este exponente es destacable porque este monstruo empresarial sueco de ropa, no había hecho comerciales para una tienda en particular, pero lo hizo para México y con talento mexicano.

La cinematografía fue hecha por el fotógrafo Dorian Ulises, el cual es conocido por retratar la belleza mexicana, logrando exposiciones en Nueva York; la música fue creada por Camilo Lara, mejor conocido por la banda Instituto Mexicano del Sonido, quien asimismo colaboró con la película Coco; y todos los modelos que aparecen son mexicanos, provenientes de agencias que luchan por visibilizar la belleza mexicana, como la agencia Guerxs.

 

  

 

Otro exponente es la edición de febrero de 2018 de Chilango, “Pinche indio: tenemos que hablar de nuestro racismo”, la cual ganó el Premio Rostros de la Discriminación, otorgado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

De igual manera pasamos por esperpentos que les salió el tiro por la culata, como la polémica campaña de la cerveza indio “#Orgullosamenteindio”, el cual les salió muy mal, precisamente porque es poco probable que los modelos que usaron hayan sido discriminados por su tono de piel.

Dentro de todos estos exponentes, también encontramos figuras individuales como la modelo Sara Esparza y la actriz Yalitza Aparicio.

La primera es conocida por su aparición en la campaña “H&M Loves Madero”, la cual es considerada como el futuro en la industria de la moda en México. Este año también apareció en la publicidad y el catálogo del Festival de Fragancias y Belleza de El Palacio de Hierro. También ha sido la imagen de Dior y consiguió un contrato con una agencia de modelos en Nueva York.

Y bueno, Yalitza Aparicio, quien hizo que los monstruos del racismo salieran de debajo de las piedras gracias al estruendo mundial que obtuvo a partir de Roma. Además de los cientos de photoshoots y portadas en revistas, aunque no ganó el Premio Óscar a Mejor Actriz, en definitiva ha sido una revolución dentro del pensamiento mexicano de la belleza, esperemos que esto se mantenga y sea una evolución.

 

Mexicanismo mainstream

Aunque este recorrido es extenso, aún es pertinente señalar que este nuevo reconocimiento y revalorización no se generó completamente en las entrañas del país, sino que respondió a una causa extranjera y no sólo eso, la mayoría de los exponentes señalados anteriormente, han sido legitimados en Estados Unidos y otras partes del mundo.

Simplemente pensemos que las industrias del entretenimiento estadounidenses, después del choque cultural con Trump, ha sido quienes han apoyado una cultura incluyente, en la que supuestamente todos podemos ser como queramos. Una respuesta globalizada al supuesto nacionalismo de su presidente.

Lo que nos deja con la pregunta, ¿el tópico del mexicanismo es realmente para nosotros o sólo es una moda que cuando deje de ser impulsada por los extranjeros dejará de existir?

FOTO: Roma de Alfonso Cuarón
Escrita por:

Nora Morales

03 abril 2019

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