Esta es la singular historia de Stefan Mandel, un economista rumano que en la década de 1960 habitaba un escenario en donde solamente podía hacerse de un salario de 90 dólares al mes…

Al verse en dicha situación, no tuvo otro remedio más que utilizar sus conocimientos matemáticos para descubrir un algoritmo que le permitiría ganar la lotería. De esta forma inicia el extraordinario relato de un hombre que pudo burlar el sistema en 14 ocasiones y salir librado.

Mandel trabajaba para el consorcio minero rumano como economista. En dicho empleo dedicó parte de su tiempo (para después transitar muchas noches sin dormir) para encontrar la forma de predecir de 4 a 6 números ganadores. Puede sonar complejo, pero la clave se encontraba en identificar los premios acumulados. Era necesario que el sorteo requiriera que los participantes tuvieran la posibilidad de elegir seis número del 1 al 40. Bajo esta característica, Mandel podía comprar un boleto por cada combinación posible y de paso entregar el que ganó el premio mayor para duplicar la cantidad de dinero que había gastado en los boletos.

Sin embargo esto no le aseguraba ganancias, ya que la mayoría del dinero se iba en los gastos que realizaba. Al notar este resultado, Mandel tuvo la necesidad de reunir a un grupo de entusiastas (inversionistas) para que cada uno contribuyera con una cantidad monetaria y de esa forma Mandel solamente se dedicaría a imprimir miles o hasta millones de boletos con cada combinación (anteriormente existía esa posibilidad) para después llevarlos con los concesionarios autorizados y comprarlos e ingresarlos al sorteo. Las ganancias se repartían entre los inversores y un porcentaje le correspondía a Mandel.

En su primera prueba de dicho sistema o algoritmo, el economista rumano logró ganar 19 mil dólares que sirvieron para poder escapar del país con su familia, ya que las condiciones no le permitían tener una vida modesta o justa.

Una vez fuera de su país natal, decidió establecerse con su familia en Australia, lugar donde pudo perfeccionar su sistema y seguir generando ganancias. Para ese entonces (década de 1980), Mendel aprovechó el auge de la informática, haciéndose de equipo tecnológico para simplificar su proceso, ahorrándose la tediosa tarea de rellenar los boletos. Gracias a ello, pudo alcanzar 12 jackpots o premios gordos, obteniendo alrededor de 400,000 dólares en ganancias.

Pero, como todo relato, llegó a un punto donde las autoridades australianas empezaron a notar cierto patrón, lo cual los llevó a modificar las reglas de la lotería para evitar manipulaciones. Una persona sensata pudo haber dado por terminado dicho plan, pero Mandel, todavía tenía en mente irse a las ligas mayores de la lotería.

Su siguiente objetivo, un premio mayor de 27 millones de dólares, que sorteaba la lotería estatal de Virginia (EE.UU). Para ese entonces (1992), el economista ya contaba con un red mundial de inversionistas para dar su gran golpe, aunque tuvo ciertos percances a la hora de imprimir y comprar los boletos, no fueron suficiente para alejarle de llevarse el gran premio. Consecuentemente, el FBI y la CIA se dedicaron a investigar el caso de Mandel. Después de meses de investigación, Stefan Mandel fue declarado inocente de cualquier delito relacionado con el fraude o manipulación de la lotería. Todo se reducía al uso de algunas matematicas, mucha investigación e inversión y una pizca de suerte.

Una vez que se liberó de las autoridades, Stefan pudo generar ganancias de más de 15 millones de dólares. En otras ocasiones se veía envuelto en problemas que lo llevaron a declararse en bancarrota. Inclusive llegó a estar involucrado en ciertas estafas que lo llevaron a la cárcel. Y como todo imperio que llega a su fin, el de Mandel se vió detenido una vez que los responsables de la lotería de EE.UU cambiaron el esquema de venta y la compra de boletos. Ya nadie puede imprimir sus boletos y de paso restringieron el número de compras por personas, volviendo a la fórmula obsoleta para futuros usos. Actualmente, Stefan Mandel se encuentra viviendo en una isla tropical en la costa de Australia, retirado y disfrutando lo mucho o poco que quedó de su singular forma de hacer dinero.

Para terminar, les dejamos los seis pasos de la “fórmula” de Stefan Mendel:

1. Calcula el número total de combinaciones posibles. (Para una lotería que requiere que elijas seis números del 1 al 40, eso significa 3,838,380 combinaciones).
   
   
2. Encuentra loterías donde el premio mayor sea tres veces o más el número de combinaciones posibles.
   
   
3. Recauda dinero suficiente para pagar cada combinación. (Mandel reunió a 2.524 inversionistas para ganar la lotería de Virginia).
   
   
4. Imprime millones de entradas con cada combinación (Esto solía ser legal. Ahora tendrías que comprar los boletos directamente en la tienda).
   
   
5. Entrega los boletos a los concesionarios autorizados de lotería.
   
   
6. Gana el dinero, pero no te olvidas de pagarle a tus inversores.

Fuente: LotteryCritic