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David Bowie y la moda

10 enero 2019

David Bowie y la moda

Mi madre no es una mujer adepta al rock, aunque vivió las décadas que muchos hubieran querido, así que conocí tarde a David Bowie; además, fue por una película mala, The Runaways (2010). Precisamente con la escena donde Cherry Currie (interpretada por Dakota Fanning) después de cortarse el cabello y pintarse el icónico rayo rojo en la cara, Bowie se presenta en un show de talentos de su escuela.

Después de ver esta escena, lo busqué en internet, así fue que conocí a esta leyenda. Lo primero que me impresionó fue su apariencia, andrógino sin tapujos, a pesar de la época. Así que para mí Bowie, incluso antes de adentrarme en su música, fue su apariencia.

Y creo que para muchos así ocurrió, es difícil no tener una imagen mental de David Bowie a partir de sus diversas etapas estilísticas.

¿Qué imagen viene a ustedes cuando piensan en él?

Tal vez la misma que yo, la de cabellera naranja cobriza y el maquillaje de rayo rojo con sombras azules de la portada de Aladdin Sane (1973); tal vez lo recuerdas en el video de “Heroes” con la cazadora negra y el cabello rubio cenizo; o en la etapa teatral de Bowie, como Pierrot, The Blue Clown, en el álbum Scary Monsters (1980) con el atuendo en grises y azules; o incluso la imagen más sobria con la que se despidió del mundo en Blackstar (2016), vestido de básicos, sobrio, hasta sombrío, quizá.

Es simplemente imposible pensar en Bowie sin un look icónico; simplemente, su excentricidad y la ruptura de cánones fue uno de los pilares de su increíble carrera.

Tres influencias japonesas en Bowie

Los inicios del estilo de David Bowie nacen en los 60, cuando estudió danza con Lindsay Kemp, uno de los grandes artistas del performance.

El trabajo de Kemp estaba influenciado por el teatro Kabuki, este arte japonés que se caracteriza por el drama estilizado en sus historias, así como un maquillaje que se utilizaba como base primordial para los personajes, ya que sólo los varones podían actuar en él.

Con estas bases en el Kabuki, heredadas del performance de Lindsay Kemp, fue que David Bowie adoptaría diversos elementos de este: en sus presentaciones en escenarios, así como la vestimenta y el maquillaje. Este último, un conocimiento aprendido del actor Bandō Tamasaburō V.

Otro japonés fue el responsable del icónico estilo de Bowie en las décadas de los 70 y 80, el diseñador Kansai Yamamoto.

Los diseños avant-garde (vanguardistas) de Yamamoto estaban influenciados por la cultura tradicional japonesa, los cuales cautivaron a Bowie y fue en este momento que estos dos terminaron por gestar la idea del cantante sobre su carrera: la música, la personalidad y el estilo.

Gracias al trabajo de Kansai Yamamoto es que tenemos estos referentes tan icónicos de la cultura pop: el bodysuit tejido que Bowie usó en el “Ziggy Stardust Tour”;


el traje espacial en “Space Oddity”;

y claro, el famoso bodysuit de vinil negro, el Tokyo Pop.

Así fue como Ziggy Stardust había llegado a la Tierra del brazo de la cultura japonesa.

Hecho en Londres

¿Quién no recuerda este traje azul turquesa? Este diseño fue del sastre londinense Freddie Burretti, el cual toma el estilo clásico de la calle Savile Row, pero con toques modernos y divertidos que complementan las plataformas y el maquillaje que dan como resultado el estilo andrógino en “Life on Mars?”.

Burretti fue el primer diseñador que trabajó con Bowie, así que él fue quien ayudó a sentar las bases de Ziggy, y por tanto, de la carrera del artista; pero su aportación quedó en el olvido, ya que el sastre londinense decidió dejar el país para perseguir su sueño de trabajar en Valentino. Así permaneció por años en el anonimato, hasta que murió en París en 2001.

Otro londinense que trabajó con Bowie fue Alexander McQueen (1969-2010). Ahora es uno de los diseñadores más importantes del último siglo, pero cuando creó la gabardina desgastada con estampado de la bandera de Inglaterra, era poco conocido.

Bowie quedó fascinado con el The Union Jack Coat, utilizándolo para la portada de álbum discográfico EART HL I NG (1997), así como la presentación de los Fashion Awards de 1996.

Ahora es una pieza de exhibición de museos, ha estado en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, así como el The Victoria and Albert Museum.

Así pues, David Bowie ha pasado a la historia como el rey de la reinvención, tanto musicalmente ya que logró lo que muy pocos, cambiar sin dejar de ser él o repetir lo mismo por años y años; así como en la moda, ya que con cada cambio de era/época, lo que elegía como vestimenta (la imagen de sus personajes) igualmente se transformaba.

Su legado aún en nuestros días sigue siendo un parteaguas e influencia en los nuevos diseñadores. Recordemos la colección de Jean Paul Gaultier en 2013; así como la de Riccardo Tisci para Givenchy en 2010; o la de Alessandro Michele para Gucci en 2016.

Desde sus inicios Bowie transgredió lo establecido: la forma en la que percibía y usaba la moda era una de sus armas favoritas.

Escrita por:

Nora Morales

10 enero 2019

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