Aunque Twitter no es la red social con más usuarios, ni de cerca, tiene una fuerte influencia en la política, e incluso en la economía. Y si formas parte de esta red social, ya deberías de estar familiarizado con las hordas de bots atacando a la menor provocación, a los trolls ocupando cualquier cosa para ofender, o simplemente, el ruido avasallador de las peleas constantes.

Claro que esto depende mucho de tu trayecto en la plataforma, es posible que no sufras estos males si sólo sigas a ciertas personas, pero la realidad es que es un terreno hostil que muchos ocupan de desfogue personal. 

Ahora con la llegada de Elon Musk y su política de “absolutismo de la libertad de expresión”, sus pasos de querer crear una “aplicación de todo” llamada X, los memes que comparte, o las peleas con Stephen King, están siendo analizadas quirúrgicamente.

La pregunta es: ¿nos espera un lugar mejor o peor como usuarios de esta red social ahora bajo el mando de este millonario?

Los expertos han advertido que su postura relajada sobre la moderación podría ser una ruta para que prosperen los "peores" trolls del servicio, convirtiendo a Twitter en un "Salvaje Oeste" donde todo vale.

Twitter is simply the most interesting place on the Internet. That’s why you’re reading this tweet right now.

— Elon Musk (@elonmusk) November 2, 2022

Jason Goldman, quien fue el primer director digital de la Casa Blanca bajo el expresidente Barack Obama, dijo: 

 "La libertad de expresión es un principio tremendamente importante, cualquiera que administre una plataforma de Internet debe comenzar por adoptar ese principio. El problema es que a Elon realmente no le importa eso: quiere que haya más voces en la plataforma que sean coherentes con sus puntos de vista políticos particulares".

Y es que Musk, tratando de librarse un poco de los problemas legales que podrían venir sobre él, ha dicho que el enfoque de libertad de expresión de Twitter se basará en las leyes de los países individuales, lo que, según advierten los expertos, empoderará a los regímenes autoritarios.

También surge la pregunta de si este “enfoque” será dictado por donde creaste la cuenta, o si cambiará según el territorio en el que te encuentres. Y así como estos detalles, nos encontramos con muchos grises donde todo parece indicar que sus planes son tan ambiguos porque no tiene un plan real.

El enfoque de Musk sobre la libertad de expresión y los informes de recortes de empleos en Twitter han generado preocupaciones sobre el avance de la moderación. “Lo que eso significa es que va a haber un exceso de personas en la empresa que saben cómo se aplican esas protecciones y cómo funcionan, y eso expone a todos a más peligros”, comentan los expertos.

To all complainers, please continue complaining, but it will cost $8

— Elon Musk (@elonmusk) November 2, 2022

Así dejando la puerta abierta para tuits crueles, filtración de la privacidad de los usuarios e incluso exposición de disidentes en países autoritarios. Esto va de la mano al nuevo “cobro por la verificación”, una estrategia con la que Musk quiere parchar lo inevitable, si Twitter se vuelve un Salvaje Oeste las marcas saldrán despavoridas. Y la red social vive de los anuncios.

Después de retractarse de su idea inicial de cobrar veinte dólares a cada usuario verificado a sólo ocho que variará según el país, parece ser que Musk está tanteando las posibilidades, pero es normal que todos en este momento estemos expectantes a todo lo que dice y hace. Pero la realidad es que el millonario tiene un gran historial a cuestas de tener afirmaciones grandiosas pero muchas promesas incumplidas.

El mejor ejemplo es Tesla, como Teslas completamente autónomos para mediados de 2007; implantes cerebrales en humanos para 2020; Hyperloop, que actualmente es un túnel de un Tesla; el camión Tesla en 2019; y el millón de taxis robotizados que veríamos en las carreteras para 2020. 

Con Musk, lo importante no es lo que promete; es lo que realmente ofrece. Los dos son a menudo muy diferentes.