Q&A
CON EL DIRECTOR, MAHID MAHIDI

El mundo de los niños siempre ha sido una parte muy importante en tus películas  ¿Qué es lo que te inspira?

Siempre me ha entusiasmado el sorprendente mundo de los niños.   Tienen una autenticidad irrefutable y ayuda a las audiencias a relacionarse, por supuesto, pero no es así de simple.

Como cineasta me atrae mucho trabajar con niños.   Me inspiran.  Su pasión, originalidad, imaginación y esa libertad que les permite participar en aventuras.   Ven lo que los adultos ya no pueden observar y demuestran un valor que los adultos ya no tienen.

Nunca va a ser suficiente para mi filmar con ellos y divertirme en el set.   Su sensibilidad y delicadeza en sus relaciones interpersonales me guía a respetarlos.

Normalmente, obtienes mucho más de ellos cuando les pides lo que está cerca de sus corazones.   Su verdad y sentido del realismo es impresionante cuándo confías en ellos y te vuelves su amigo y su cómplice.

¿Cuál fue el proceso para encontrar a tu joven elenco, particularmente Rouhollah (Ali) y Shamila (Zahra)?

En todas mis películas, el reparto es la parte que más consume tiempo en una fase de pre-producción.

Es un proceso difícil y complicado.  El proceso de eliminación es muy penoso y se te rompe el corazón pues requiere de mucho tacto y empatía, especialmente con niños para no romperles sus sueños.

Es una gran responsabilidad.  Tuvimos más de 3000 audiciones por un periodo de más de 4 meses, antes de identificar a nuestros actores.   Unos eran niños de la calle como Shamila (Zahra) y su hermano Aboulfazl. Son inmigrantes afganos en la pantalla pero también en la vida real.

Viven con sus padres y como en la película dividen sus días trabajando en las calles o en el metro y asistiendo a una escuela para niños que trabajan.  Visité la escuela hace un año.

Shamila era como una luz, tan segura de sí misma, con un carisma natural.  Entonces conocí a su hermano menor y les pedí que discutieran en su idioma.   Fueron tan naturales y perfectos que les pedimos que vinieran a la elección de elenco.  La fuerza de su actuación vino de su experiencia de vida.

Y en el caso de Rouhollah (Ali) nunca había actuado tampoco.   Tenía una energía pura, determinado a dar más de lo que se esperaba.   Escoger al actor principal fue la tarea más difícil pero Rouhollah supero a los demás porque tenía una intensidad, un deseo tal por obtener el protagónico, se parecía al personaje de la película, determinado a encontrar el tesoro para salvar a su madre.