“Cuando vamos a dormir, ¿a dónde vamos? (When We All Fall Asleep, Where Do We Go?)”, además del título de su disco, es la premisa del álbum debut de Billie Eilish, una exploración distraída y oscura de lo que nadie habla: depresión, ansiedad, automedicación, maldad, suicidio, el diablo.

Así es como llega la joven oriunda de Los Ángeles a romper paradigmas sobre lo que es ser una estrella pop adolescente. Más parecida a los breakouts de los artistas de rap Post Malone y Cardi B, quienes no tenían una fama anterior (como Harry Styles o Camila Cabello).

La fama le ha llegado por todos lados desde los 14 años, cuando subió a SoundCloud “ocean eyes” y ahora tiene bajo su brazo cerca de mil millones de reproducciones por streaming con tan sólo 17 años, un EP y una serie de exitosos singles.

Ella se pone la corona del streaming y con tan sólo cuatro días de haber lanzado su LP, ya desbancó el #1 en el Top 50 Global de Spotify que sostenía desde hace semanas “7 rings” de Ariana Grande, gracias a “bad guy” el single que salió de la mano de When We All Fall Asleep, Where Do We Go? Lo que también es impresionante, es que tiene 5 canciones en el top 10 de esta misma lista, lo que ya dice mucho de por sí.

Aún hay que esperar para ver la lista de Billboard Hot 100 para ver si por fin logra colarse en el top 10, recordemos que el puesto más alto que ha alcanzado ha sido el 14 con “bury a friend”, uno de los singles que precedieron la llegada de su primer LP.

Una estrella que se hace a sí misma

Billie Eilish es una artista pop que a pesar de su corta edad, sabe lo que quiere plasmar y lo hace.

Lo muestra desde el sonido y lo que quiere decir, ya que toda su música está escrita y producida únicamente por su hermano, Finneas O’Connell, y ella misma; Billie también está más que involucrada en la creación visual de sus videos musicales, así como en la indumentaria de sus espectáculos en vivo; y obviamente, su imagen personal, que tiende al streetwear, lo andrógino, los colores chirriantes y lisos, a menos que esté usando prendas de su marca favorita, Louis Vuitton.

Como había admitido en un artículo anterior que hice sobre Billie Eilish, lo que me terminó por conquistar fue su propuesta visual, así que aquí es donde me complace haber escuchado esto en un video donde ella es la protagonista.

El año pasado tuvo una posición ante un video de reacciones de adolescentes sobre ella, en el canal de youtube FBE. En un punto, uno de los chicos dice que su música no termina de gustarle, pero que su propuesta visual es muy buena, a lo que Billie responde: “Me considero más una artista visual que cualquier otra cosa. Los visuales son lo primero para mí, incluso cuando estoy haciendo música, estoy pensando en cómo se verá”.

Y esto se ve apoyado por este increíble video, en el que ella y su hermano hablan sobre la creación de “bury a friend”. Billie declara “quería dibujar cómo sonaba la canción, así que dibujé esto.” Mostrando su libreta de anotaciones, con monstruos hechos a lápiz, precisamente lo que vemos en el video musical: la historia de un humano enamorado de un monstruo debajo de su cama.

Pitchfork declara que el LP de Eilish es como un collage de pósters en la habitación de una adolescente, sin mucho sentido, similar a la unión de retazos de un genio musical que apenas está conociendo cuáles son sus herramientas.

En palabras de Billboard: “When We All Fall Asleep, Where Do We Go? es una primera afirmación defectuosa, pero abarca sus defectos como algo intrínseco a la verdad de su creadora”. Para terminar con una declaración que estoy que de acuerdo: “Y si bien el primer álbum de Eilish está lejos de ser perfecto, es excepcionalmente suyo –estimulante, desordenado, brillante en partes y caótico en otras–, lo que es más importante de todos modos.”

Así estamos frente a un álbum peculiar, nacido desde las entrañas de una adolescente, y se puede sentir así. Desde la exaltación de la sexualidad de su próximo éxito “bad guy”, con un bajo potente que retumba, y un hook musical que resalta su estilo EDM.

Seguida de la balada con un bajo que retumba tus oídos si la escuchas con audifonos, “xanny” en la que habla sobre la ansiedad y el uso de xanax para tratarla, un padecimiento muy moderno.

Así como “good girls go to hell” la que está coronada por campanadas, antes de iniciar con “My Lucifer is lonely / Mi Lucifer es solitario” y seguir con una afirmación que me recordó a la tendencia cultural actual de la admiración del lado oscuro: “She'll want the devil on her team / Ella querrá al diablo en su equipo”.

El LP está repleto de detalles que complejizan el minimalismo y simplicidad que sobresale en todo lo que tiene que ver con Billie Eilish, esos pequeños destellos son los que muestran a dos hermanos con un talento innato para crear música. Desde el uso del autotune sin miedo (los años de las divas que su talento estaba en la interpretación se acabaron) hasta crear voces y sonidos inigualables, el recurso de pequeños ruidos como un taladro de un dentista, los bajos que imprimen una atmósfera de profundidad, los coros de la propia voz de Billie que hace sentir que tu corazón se achica un poco, así como la combinación de hooks limpios, imágenes perturbadoras creadas por las líricas y, en general, un álbum que pareciera susurrado de principio a fin creando un aura de intimidad.

Lo que podríamos sentir si Billie estuviera debajo de nuestra cama cantando por el dolor y el cinismo.

De igual forma, el genio de este LP no sólo está en la construcción musical y lírica, sino que es un álbum visual. Así como el LP de Rosalía, El mal querer (2018), resalta por su increíble narrativa que literalmente te cuenta la victoria de una mujer frente a la violencia, When We All Fall Asleep, Where Do We Go? resalta, desde mi parecer, en lo visual que son las canciones que lo conforman.

Tal vez no estoy siendo muy explícita, así que pondré una pequeña comparación con el lenguaje. Existen un tipo de palabras llamadas “plásticas”, porque al decirlas inmediatamente se crea una imagen mental de esa palabra. Por ejemplo, si digo “perro” la mayoría de personas se imaginarán a un canino, de forma subjetiva, pero se remitirán a una imagen.

Algo así sucede con muchos sonidos usados en el LP de Billie Eilish, inmediatamente te remiten a una situación visual. Como “wish you were gay”, la sensación de que es un programa de televisión con público en vivo, puedes imaginarte a la artista sentada en una serie de comedia al mero estilo de Friends, todo gracias a las risas en el backround.

De igual forma ocurre en una de sus canciones más oscuras, “listen before i go” con lluvia de fondo habla sin tapujos del suicidio. Al final, después de un triste “sorry”, los diversos sonidos de ambulancias y una multitud, muestran que el personaje de la lírica logró suicidarse en el parque para niños donde estaba. O más sutiles como el goteo en “my strange addiction”. Y claro, las voces de los personajes de The Office.

Cada una de las canciones, tiene este tipo de detalles visuales que hacen de When We All Fall Asleep, Where Do We Go? un álbum que se puede escuchar más de una vez, crear tus propios escenarios y contar tu historia de la mano de esta joven promesa.

Los sentimientos están debajo de tu cama, pero no te asustes que no quieren hacerte daño, ellos salen cuando tú estás dormido.