Si alguien sabe hacer un blockbuster, y segundas partes que sean mejores que la primera parte, es James Cameron. Después de crear las bases del cine comercial como lo conocemos, en 2009 creó la película más taquillera de la historia, Avatar.

Una historia de la que nadie recuerda la trama, el nombre del lugar donde se llevaba a cabo, el nombre de la tribu de gigantes azules, o siquiera del personaje principal. Aún así, este no es un estreno más de un blockbuster, sino un evento.

La primera parte estrenada hace 13 años, fue una cinta que todos recuerdan porque impulsó el CGI y el 3D cuando aún estaba en pañales en sus capacidades de proyección digital. Literalmente, es recordada porque es un viaje largo e impresionante, creando un mundo ficcional del cual quedarte fascinado de principio a fin.

Así es como esta historia en un universo desconocido con dientes y filamentos con los que se comunican, regresa a nosotros y todos iremos a verla a pesar de que la primera cinta es una aliteración de Pocahontas pero con aliens de dos metros de color azul. 

Cameron espera los ríos de gente de hace una década, las salas de cine se frotan las manos como el último empujón que la industria necesita para salvar el cine, y la productora desea que sea el éxito que todo parece indicar, porque ya hay más cintas planeadas y rodadas.

En Avatar: el sentido del agua han pasado tres lustros desde la primera película. En Pandora, Jake vive con sus cuatro hijos (una de ellas, adolescente, está interpretada por Sigourney Weaver) y su esposa, la princesa Neytiri. La paz se quiebra cuando los humanos retornan a la luna y los Na’vi tienen que buscar cobijo en otro clan, los Metkayina, que viven en los arrecifes y a cuya reina guerrera da vida Kate Winslet, quien durante mucho tiempo renegó de repetir con Cameron tras el sufrido rodaje de Titanic.

Así pues, hablemos del por qué Avatar: el sentido del agua no es un estreno más, sino el evento de la década.

Por qué se tardó 13 años en llegar la secuela

La primera noticia acerca de Avatar apareció en 1996, un año antes de que se estrenara Titanic. Un reportaje en el periódico The Tampa Bay Times titulado Synthetic Actors to Star in ‘Avatar’ (Personajes creados por ordenador protagonizarán Avatar) dio el pistoletazo de salida cuando los efectos creados por ordenador (CGI, por sus siglas en inglés) nunca se habían usado para seres humanos (sí para otras criaturas, como los dinosaurios de Parque Jurásico). 

Todavía no existía la tecnología que lo hiciera posible, y Cameron tuvo que esperar. Lo mismo ha ocurrido en estos 13 años: hubo de aguardar a la tecnología adecuada para satisfacer las exigencias del cineasta. Principalmente porque, una vez a bordo, se percató de que no existía la tecnología que hiciera realista el agua en pantalla. Como un Edison moderno, en vez de rendirse la inventó casi desde cero, ampliando los límites ya elásticos de ese universo.

Regresa el elenco original

Zoe Saldaña, Sam Worthington, Sigourney Weaver y Stephen Lang regresan como parte del elenco principal, pero suma nuevos rostros al proyecto, entre ellos Jack Champion, que tenía 13 años cuando fue seleccionado en la película y ahora tiene 18, y como mencionamos, Kate Winslet, a pesar de que había dicho que nunca volvería participar en un proyecto junto a Cameron. 

Aún así la oscarizada actriz regresó, a interpretar a la líder de una nueva tribu oceánica, y fue capaz de aguantar la respiración durante siete minutos y catorce segundos dentro un tanque de 2.400 litros de agua, superando el récord que hasta entonces poseía Tom Cruise en Misión imposible: Nación Secreta.

La confianza que Fox tiene en su director

A pesar de que no es una historia que creara un séquito de fanáticos, Avatar: el sentido del agua tuvo 148 millones de visionados durante las primeras 24 horas de su lanzamiento. Lo que nos habla de que la confianza de Fox no es gratuita. Al punto que ya tenemos el resto de partes casi aseguradas, aunque dependerá de que se cumplan las expectativas.

Avatar 3 llegará a los cines el 20 de diciembre de 2024; Avatar 4, el 18 de diciembre de 2026, y Avatar 5, solo rodada en parte, el 22 de diciembre de 2028. Todo para un coste total de 1.000 millones de dólares, que probablemente crezca; sólo el presupuesto de la nueva supera los 350 millones). 

Cameron tiene ideas para una sexta y una séptima que, ha anunciado, no dirigirá él porque en ese momento tendrá cerca de 80 años (en agosto cumplió 68). Y habrá estreno en China, al contrario que las últimas superproducciones de las majors. Lo cual no sorprende, Avatar fue la primera película de un gran estudio de Hollywood que triunfó en el país asiático.

Según Guillermo del Toro es una “PELÍCULA, PELÍCULA”

Avatar nunca fue una gran película, entendiéndolo como una buena historia, sino una gran película entendida como una experiencia visual apabullante.

Las primeras reacciones de Avatar 2 la llaman "una obra maestra visual" mejor que la original; también, "espectáculo" o "la película más bonita jamás hecha" son otras calificaciones que han sonado. 

Incluso, Guillermo del Toro la ha calificado como una "PELÍCULA, PELÍCULA”, así, en mayúsculas, lo cual resulta desafiante, ya que estamos en un momento en que los creativos intentan vendernos la superioridad de algunas series como "una película de diez horas", aquí la segunda parte de la cinta de Cameron asciende a la categoría de PELÍCULA, PELÍCULA.

Otro evento sin lugar a duda nos espera.