Muchas películas hoy consideradas están llegando a las dos décadas de vida, y entre ellas se encuentra Signs (Dir. M. Night Shyamalan, 2002), este filme de horror e invasiones, el cual hasta ahora es considerado como uno de los mejores en su rubro.

Sea su armado y misterio, el dramatismo de su banda sonora, el increíble elenco con algunos de los nombres más destacados del cine, incluso veinte años después, o los fenómenos extraterrestres, esta historia llena de suspenso con el sello del realizador M. Night Shyamalan sigue siendo una de las más consistentes (y destacadas) de su carrera.  

La idea de que exista vida (inteligente o no) en otros planetas lleva obsesionado al ser humano desde que comenzamos a comprender un poco mejor nuestra posición en el universo. Desde que la ciencia sabe con certeza de la existencia de otros mundos, dentro y fuera de nuestro sistema solar, la posibilidad de hallar algún tipo de vida que pueda prosperar fuera de la Tierra no solo es objeto de estudio académico, sino que imprime una profunda huella social; no solo por el interés científico de esta cuestión, sino, sobre todo, por el interés filosófico.  

El filme se centra en las vivencias de un granjero y exsacerdote, que descubre una serie de círculos en unos campos de maíz. Poco a poco, él descubre que estos símbolos están relacionados con la aparición de vida extraterrestre en la Tierra.  

Estos círculos, conocidos como agrogramas, invitan al espectador a creer en la existencia de una amenaza, una amenaza no humana que hará tambalear los cimientos de nuestra especie. Paralelamente, los personajes deberán afrontar sus propios temores y reconciliarse con su pasado. 

Además de alienígenas, el filme explora el tema de la fe, las relaciones de parentesco y las creencias en este relato protagonizado por Mel Gibson en el papel principal, quien comparte pantalla con Joaquin Phoenix y un elenco que incluye a una muy joven Abigail Breslin cuatro años antes de su protagonismo en Pequeña Miss Sunshine, que la puso en el mapa de una manera definitiva. Otros actores que aparecen son Rory Culkin, Cherry Jones y el propio M. Night Shyamalan que no se pierde la oportunidad de actuar en sus propias películas. 

La inspiración del cineasta para construir su relato, la obtuvo de tres películas de terror que le resultaron fascinantes: Invasion of the Body Snatchers (Dir. Don Siegel -1956), The Birds (Dir. Alfred Hitchcock -1963) y Night of the Living Dead (Dir George A. Romero -1968). 

Como dato curioso, el papel de Merrill Hess, que fue interpretado por Joaquin Phoenix, originalmente estuvo en manos de Mark Ruffalo. El cineasta estaba deseoso de contar con él y Rory Culkin porque era muy fan de sus actuaciones en You Can Count On Me (Dir. Kenneth Lonergan, 2000). Sin embargo, Ruffalo tuvo que someterse a una cirugía para remover un tumor detrás de su oreja y por ende le fue imposible unirse al proyecto. Una semana antes del rodaje, se unió Phoenix al filme. 

La película fue todo un suceso, desde sus increíbles momentos llenos de tensión hasta la invasión en sí lograron cautivar el público, pero el “paquete completo” que fue la historia y cómo su aspecto técnico la elevó, hizo posible que se convierta en un éxito de taquilla. Sings tuvo un presupuesto de 72 millones de dólares y recaudó poco más de 400 millones de dólares en todo el mundo.