"Todo en la vida vuelve…" –Hesíodo en la Antigua Grecia:

La comunicación y vida digital predomina en la actualidad, aunque la sociedad siempre ha luchado a contracorriente para encontrar alternativas "sensoriales" y asimismo sensoriales, sino es que presenciales, a la hora de consumir desde una experiencia hasta ciertas formas de arte. Esto mismo ha ocurrido en la industria musical, en donde a pesar de que llevamos años en la era del streaming junto con plataformas como Youtube, se han dado renacimientos de ciertos productos como los viniles desde hace años, y un poco menos, del cassette. Aunque hayan estado en declive, nunca desaparecieron y, como nunca, hoy además revelan las posibilidades del coleccionismo. 

De acuerdo a un estudio de la Industria Fonográfica Británica (BPI, por sus siglas en inglés), en 2021 las ventas de viniles tuvieron las mayores ventas en 30 años. Se reportó que entre los LPs más vendidos en este formato se encuentran Sour de Olivia Rodrigo, Music of the Spheres de Coldplay y Chemtrails Over The Country Club de Lana del Rey. 

Por su parte los cassettes revolucionaron los hábitos de escuchar música, hasta entonces limitados a los discos de vinil, que eran mucho menos prácticos. De repente gracias a los distintos reproductores portátiles, o radios de los automóviles, fue posible disfrutar de la música individualmente fuera de casa. En el apogeo de su popularidad en el año 1989, el cassette vendió tan solo 83 millones de unidades en el Reino Unido. 

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¿A qué se debe el fenómeno? 

El cassette es un formato "vulnerable" y frágil con una cinta que podía romperse o decaer con el desgaste de uso. Tampoco se puede esperar siempre una calidad de primera al ser un formato de "magnetismos" pequeños que al poco tiempo exhibía un desgaste absoluto, esto a menos de que se tratara de cintas con materiales más sofisticados y, por ende, caras.

En la celebración de los 41 años del lanzamiento del Sony Walkman en 2020, uno de los gadgets y marcas de reproducción portátil que mayor impacto han tenido, se ha incrementado la oferta de productos retro portátiles de cassettes. A esto se sumó que artistas como Billie Eilish comercializaron sus nuevos lanzamientos en este formato, como su álbum When We All Fall Asleep, Where Do We Go? de 2019, que vendió 4,000 cassettes en cinco meses. 

Luego se observó un repunte mayor con la banda pop 5 Seconds of Summer, que vendió 12,000 unidades en este formato de su álbum Calm en su primera semana de lanzamiento. Por su parte Lady Gaga tuvo un rol importante en el incremento de ventas al comercializar 12,000 casettes de su álbum Chromatica. Contó con una versión de color verde menta o rosa, que a la vez lo transformó en una edición anhelada por los coleccionistas.

No es necesario ser melómano para compartir los recuerdos de los cassettes, son espacios para el recuerdo, el playlist que se regala y no admite avances rápidos, para rebobinar con la pluma Bic o pensar en los elementos retro y divertidos, también nostálgicos que lo vuelven un objeto de colección y hasta personaje de películas como Guardianes del Universo.

 

 

 

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Foto: pixabay