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Protagonismo de la casa de “Parásitos”

13 febrero 2020

Protagonismo de la casa de “Parásitos”

Una historia respira y palpita gracias a sus personajes y el desarrollo de su trama. El creador lanza los dados y acomoda el azar de las piezas para construir una narrativa, ¿algo así como la vida misma? Quizá Stéphane Mallarmé, poeta francés, sabría responder a esto, pero sin adentrarnos en la caótica filosofía azarosa que supone este delirio, enfoquemos la atención hacia los puntos claves: esas esquinas, rincones y espacios que tienen vida por sí mismos y le dan su propio argumento a la trama. 

Tal cual sucede con la arquitectura de Parásitos, la recién galardonada del Óscar 2020 a Mejor Película, dirigida por Bong Joon-ho, en la que el escenario principal es la casa de la familia Parker y en cómo esta funciona por sí misma como un personaje, que se mimetiza entre el argumento y la simbología de la historia. Un recurso tan sutil pero efectivo, que pocos notamos a la hora de ver la cinta. Algo que se ha utilizado bastante en el mundo del cine, como es el caso de Mother! (2017), de Darren Aronofsky, en donde la protagonista se expande con la casa, volviendo a este set en un personaje trascendental para la trama. 

A estas alturas, es muy probable que si aún no has visto esta cinta, ya sepas de qué va la historia y su tesis principal, en la que cínica y abruptamente se hace una crítica directa hacia la desigualdad de las clases sociales, esto junto con más temáticas relevantes: 

La familia Kim lucha por sobrevivir a la precariedad y logra infiltrarse, en diferentes tareas domésticas y demás, con la familia Parker (de clase alta) para tener de qué vivir. Esto por simplificarlo en algo que en realidad da vueltas en forma de caracol para hablar de la complejidad de la naturaleza humana y los claroscuros que habitan en la intimidad y la invasión de ella en nuestras relaciones interpersonales y cómo vemos y nos mostramos al mundo. 

De esta forma es que las locaciones de Parásitos están magistralmente pensadas, pues como creador de su obra en la que el azar está dirigido por su visión del mundo, Bong Joon-ho interpela al recurso simbólico y argumentativo para conjugarlos en su trama. La casa de la familia Parker es en realidad un set construido especialmente para esta película, dato que sorprendió incluso al jurado de la Academia estadounidense al saberlo, pues la naturalidad y detalle con que fue construida, daba la impresión de haber sido de una casa real.

Empezando por las cuestiones básicas y obvias, las entradas de luz natural en las escenas de la cinta tienen mucho qué decirnos. “Cuanto más pobre seas, menos acceso tendrás a la luz solar, y así es también en la vida real: los pobres tienen un acceso limitado a las ventanas", explica Bong Joon-ho a Indiewire.

Vemos perfectamente ilustrado este punto al momento en el que comparamos los escenarios. Mientras la familia Kim habita un sótano, en el que la luz del sol sólo roza el suelo para apenas asomarse a ellos; la familia Parker tiene grandes ventanales y entradas de luz completamente abiertas, que incluso dan una sensación de calma y paz. Igualmente, este paralelismo está distinguido en el búnker que existe dentro de la misma casa, un espacio que hasta los mismos Parker ignoran. 

En la ficción narran que la casa fue construida por el arquitecto Namgoong Hyunja, pero en la realidad esta fue creada por el propio Bong Joon-ho y el diseñador de producción fue Lee Ha Jun. La casa se construyó al aire libre, sobre un terreno vacío, para conseguir así una iluminación completamente natural. 

Uno de los grandes aciertos de esta decisión de construir la casa principal de la trama, es que fue diseñada con base en el propio guion. Esto extendió el objetivo de sólo recrear una casa digna de la alta sociedad, sino que fue construida al servicio de la historia y el movimiento de cámara. De esta forma, la casa se convierte en un motor metafórico en el que los personajes suben y bajan, literalmente, para narrar la historia y la crítica detrás de ella. 

Mientras que en el sótano de la familia Kim nos sentimos abrumados con una fuerte sensación de opresión y desesperación, lo contrario nos sucede en la casa de los Parker. Con espacios grandes y abiertos, ordenada e impecable, nos da una sensación de calma, libertad  y de que todo está bajo control. 

Al momento en el que la familia Kim comienza a infiltrarse en la familia Parker, cada elemento arquitectónico va adquiriendo su propio papel. La mesa de la sala, por ejemplo, protagonista de una de las mejores escenas de la película, misma que costó unos 19 mil 800 dólares y fue obra del diseñador de muebles Bahk Jong. Si observas esta mesa detenidamente, verás como los niveles son clave primordial en su estética. Algo que vemos frecuentemente en la película: los niveles y el transitar de los personajes por estos. 

La trama es un subir y bajar constante, los cuales fungen como giros en el guion. Algo que está claro, es que cada vez que un miembro de la familia Kim sube algún escalón, es un paso más para que se sigan infiltrando más y más. Además, sucede algo paradójico, porque cuando estos bajan en la misma casa y descubren el búnker, mismo que nunca es detectado por los Parker, arranca la lucha de clases, y quienes pertenecen al estrato más bajo son los más aguerridos, en una constante pelea por la supervivencia, sin asomo de duda en quiénes han estado arriba. 

Para Bong Joon-ho la infiltración es el tema que da para muchas lecturas, existen más de unos cuantos parásitos queriendo invadir a un huésped. Es una suerte de encuentro entre quienes escalan y escalan para ver, por lo menos, un instante de luz y calma, para después regresar a la cloaca en la que el azar y circunstancias los arrastró. Bajo toda ciudad habitan secretos, mensajes ocultos, cucarachas que visitan la superficie cuando nadie los ve. Parásitos, es sin duda, una obra planificada de pies a cabeza, desde las lecturas superficiales hasta las más meticulosas, no por nada, fue una grata sorpresa verla galardona del Óscar a Mejor Película del año. 

Escrita por:

Paulina Martínez

13 febrero 2020

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