Desde hace unos años parece que vivimos en una película de ciencia ficción, ya ni siquiera el salto de la ficción a la realidad de Sharknado nos parecería tan descabellado en estos momentos. Las pandemias, la viruela del mono, los conflictos en Europa, y por si faltara menos, ahora se habla en el Capitolio sobre ovnis. 

O mejor dicho, “fenómenos aéreos no identificados”.

Sabemos que estos años son casi como décadas, pero recordemos que el 2020 estuvo lleno de extraterrestres, aunque claro que fue socavado por la pandemia. A finales de abril de 2020 el Pentágono confirmó la veracidad de unos videos que ya venían circulando en el mundillo de las conspiraciones. 

Estos tres videos de objetos voladores no identificados (OVNIS) fueron grabados por pilotos estadounidenses, y que si los desclasificaron fue para “eliminar cualquier tipo de ‘malentendido’ sobre el origen de las grabaciones y la veracidad de lo que en ellas se ve.”

Para ese momento nos pareció sumamente arbitrario la confirmación innecesaria de esos videos, pero ahora con la audiencia ¿será que nos están preparando? Es tiempo de sacar el casco de aluminio.

En 2020 la confirmación de la veracidad de esos videos no fue lo único, sino que a inicios de diciembre, Haim Eshed, exjefe del Programa de Seguridad de Israel quien por cierto fue condecorado en su país con el Premio de Defensa de Israel, aseguró que los extraterrestres existen y que los terrestres han estado en contacto con estos a través de una "Federación Galáctica".

No conforme con ello, dijo que los OVNIS habían pedido explicitamente que no se publicara que están aquí porque la humanidad aún no está lista. Pero no sólo sabemos que existen y están entre nosotros, sino que Estados Unidos y ellos son aliados con acuerdos de por medio, ya que estas nuevas vidas desean investigar y comprender la estructura del universo. Y esta cooperación incluye una base subterránea secreta en Marte, donde hay representantes estadounidenses y alienígenas.

Lo curioso es que esta alianza concuerda con la creación de la Fuerza Espacial que impulsó Donald Trump como la quinta rama de las fuerzas armadas estadounidenses.

Este ex jefe del Programa de Seguridad también dijo en su libro que Trump estuvo a punto de revelar su existencia, pero la Federación Galáctica se lo impidió ya que “deseaban evitar la histeria masiva ya que sentían que la humanidad necesitaba evolucionar y alcanzar una etapa en la que entenderemos qué son el espacio y las naves espaciales”.

Aunque todo esto suena literalmente los delirios de un hombre de 89 años que sabe mucho, en 2022 se realizó la primera conferencia acerca de “fenómenos aéreos inexplicables”: un eufemismo. ¿Un discurso indirecto auspiciado por la Federación Galáctica?

Hace unos días, en la primera audiencia pública en Estados Unidos sobre avistamientos de OVNIS en más de 50 años, se mostraron en el Capitolio videos hasta hace poco clasificados, así como el desconocimiento por parte de autoridades de inteligencia sobre qué son.

Una especie de triángulo volador se detiene sobre el cielo de Estados Unidos. No parece tener ningún sistema de propulsión. Titila por un rato y luego desaparece, según lo captan las imágenes de visión nocturna del Comando de Sistemas Aéreos Navales.

En otro video, una aeronave militar que está operando en un campo de entrenamiento reporta un objeto esférico que se le acerca y pasa rápidamente frente a la cabina del avión. 

"No tengo una explicación de qué es este objeto", dice Scott W. Bray, subdirector de inteligencia naval de EE.UU.

Dos altos oficiales militares encargados de investigar los avistamientos informaron a los congresistas que una base de datos de informes de OVNIS incluye actualmente alrededor de 400 incidentes, frente a los 143 de otro reporte publicado hace aproximadamente un año.

No obstante, el subdirector afirmó que, aunque hay incidentes que no se pueden explicar, los equipos de inteligencia no han descubierto todavía nada de "origen no terrestre". Según dijo, los avistamientos registrados por los militares incluyen 11 que terminaron en "casi accidentes" con aviones estadounidenses.

Tal vez lo que más asusta de todo esto, no son los eufemismos para no admitir que existe vida en otros planetas, sino que los congresistas expresaron su temor de que estos fenómenos aéreos inexplicables puedan ser una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Rick Crawford, un republicano de Arkansas, dijo que la falta de identificación de amenazas potenciales era "equivalente a una falla de inteligencia que ciertamente queremos evitar. No se trata de encontrar naves extraterrestres", agregó, en alusión a la posibilidad de que pueda deberse a tecnología de otros países de la que Estados Unidos no esté al tanto.

Dentro de todo esto, la agenda de entrevistas con Jaime Maussan está llena, y explica que esa “amenaza” que mencionan (y la posible razón de por qué) se puede entender con la existencia de videos de ciudadanos, en los que se ve una nave inmensa suspendida sobre instalaciones del Pentágono.

Más allá de su cuestionable periodismo a lo largo de los años, Maussan dijo en un arrebato de lógica, que esas aeronaves no podrían ser de países rivales de Estados Unidos, porque Rusia ya habría utilizado esa tecnología infinitamente superior en la guerra que acontece en Europa.

Así pues, los misterios siguen y con este tipo de revelaciones sólo nos quedan más preguntas que respuestas, como por qué ahora, qué gana Estados Unidos con expresar esta terrible debilidad en un momento tan caótico en el mundo, será que sólo nos preparan para lo que nadie pensaba (sólo Maussan y Hawkings) que los aliens llegarán a colonizarnos.

FOTO: Michael Herren en Unsplash