Concepts

K-popers, los nuevos Anonymous

14 junio 2022

K-popers, los nuevos Anonymous

Vivimos en una sociedad que prioriza la influencia que el profesionalismo. Y esto lo podemos llevar a casi cualquier esfera pública, desde la política y los recientes gobiernos populistas, hasta BTS yendo a hablar con el Presidente Biden sobre un racismo que no conocen.

Tal vez todo está unido a la democratización de las redes sociales, donde miles de personas pueden ser influenciadas para hacer “terrorismo doméstico”, hacer ciberactivismo, o manipular diversas plataformas para crear un hit de verano hechizo. 

Claro que la influencia siempre ha sido crucial en nuestra historia como humanidad, pero estos tiempos tan viscerales, han hecho que, como coloquialmente se dice, la sociedad muestre el cobre.

En este sentido, y tomando como marco el hiato indefinido que BTS confirmó en un live por su décimo aniversario, hablemos de cómo es que los analistas de seguridad cibernética ven a ARMY (el nombre de su fandom, incluso más conocido que el propio nombre de los artistas que conforman BTS) como una amenaza real. 

 
 
 
Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por HYBE LABELS (@hybe.labels)

A tal punto que lo han comparado con el famoso grupo de ciberactivistas, Anonymous.

En 2020, el respetado analista de seguridad cibernética Grugq, abordó la aplicación del poder cibernético. Durante su presentación este analista refirió a cómo algunos estados “no estatales” tienen más poder cibernético que los estados-nación. 

En particular, mencionó a la banda de K-pop BTS y su devota base de fans, ARMY (Adorable Representative M.C for Youth), que sin duda tienen tal poder cibernético. Se han estimado más de 100 millones de fanáticos de K-pop en todo el mundo, de los cuales 50 millones son fanáticos de BTS.

Una muestra del tipo de poder que posee K-pop Stans, el nombre genérico para estos fanáticos devotos y obsesionados, se reveló durante la protesta de Black Lives Matter cuando su presencia en las redes sociales fue efectivamente organizada, logrando tirar la cuestionable app donde la población podía denunciar a los manifestantes.

Este poder no es que per se sea una amenaza como Anonymous, sino que su influencia y magnitud es lo que ha mantenido a los expertos en ciberseguridad atentos. Sobre todo cuando el poder de esta “armada” puede tirar páginas, lograr que los Premios Grammy pierda rating, hackear cuentas personales, hacer quema de brujas cuando alguien dice algo malo de sus chicos, e incluso, ocultar videos.

Esta influencia en la juventud ha hecho que algunos políticos lo tomen como estandarte para acercarse a nuevo votantes, como es el caso de Gabriel Boric presidente electo de Chile, quien incluso posó con mercancía de diversos grupos de k-pop; algo similar sucedió con Gustavo Petro, quien ha tenido bastante cerca a este nuevo nicho. Incluso, Leni Robredo usó canciones de Blackpink en sus campañas electorales, lo cual le funcionó, ya que actualmente es la vicepresidenta de Filipinas.

Y justo en la “facilidad” de manipulación es que los analistas encuentran el verdadero problema, ya que una gran salvación a muchos era pensar que las masas de k-popers estaban más interesadas en dominar las listas de popularidad con el reciente lanzamiento de sus ídolos, que la política.

Pero estas incursiones no tan sonadas de políticos moviendo el voto jóven con el gusto musical, puede apuntar hacia otro lado. Al final, tal vez no eran kpopers, pero las personas que decidieron ir al Capitolio el 6 de enero de 2021 se gestaron en las redes sociales.

"Una de las mayores amenazas que veo es que si los malos actores aprovechan la popularidad de la banda para su beneficio personal", dice, "un actor de amenazas podría compartir una aplicación de fandom maliciosa, atrayendo a los fanáticos. Luego, después de algunas semanas, sus dispositivos podrían usarse colectivamente para lanzar un ataque contra un tercero; esencialmente, lanzar un ataque DDoS".

El problema se encuentra de nueva cuenta en el reclutamiento y la desinformación dirigida. Martin Rudd, CTO de Telesoft Technologies, cuenta para Forbes que ve todo este fenómeno como una representación de la guerra de la información actual. "Cualquier grupo experto en tecnología bien motivado y razonablemente bien financiado puede ejercer su propia influencia en el mundo actual", dice, "este es el K-pop, capaz de ejercer su propia influencia tecnopolítica".

No se requiere un gran acto de fe para ver cómo los malos actores podrían movilizar a Stans mientras actúan de supuesta buena fe, y parece que es este potencial de manipulación lo que más preocupa a la industria de la seguridad cibernética cuando se habla en términos de una amenaza cibernética.

Y aunque claramente se habla más como un poder de masas, más que un poder habilidoso como solía ser Anonymous, los 'ejércitos de Stan' están desplegando las mismas iniciativas hacktivistas usando las redes sociales. Sólo basta ver el escarnio público que los conductores de un programa de radio se llevaron después de comparar el fanatismo de BTS con la pandemia de la covid-19.

Tal vez los impactos no los hemos visto a gran escala, aún, o al menos en un espacio que no sólo le interese a los involucrados (tal como manipular las reproducciones de YouTube o los charts de Billboard), pero el acoso selectivo y otro tantas demostraciones de poder, continúan siendo el pan de cada día para quien opine distinto dentro del mundo del k-pop.

K-pop Stans, BTS Army, no son amenazas cibernéticas en el sentido normal de un acto malicioso que busca dañar o robar datos, o interrumpir la vida digital en general", dice Kevin Tongs, director de éxito del cliente en Flashpoint, "son más la movilización masiva de un grupo unificado de personas, utilizando medios cibernéticos como las redes sociales, para crear influencia".

Y eso, muchas veces ha ayudado a que los gobiernos suban al poder. La influencia es palpable y muchos políticos lo han usado a su favor, con tanta desinformación reinando en las redes sociales, más que controlar masas (algo casi imposible), otra opción es pensar en lo que cada usuario de redes sociales hace con ese poder.

Como diría Spider-Man, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Escrita por:

Nora Morales

14 junio 2022

Compártelo en tus redes: