A pesar de que respirar y la temperatura corporal habían sido tendencia en pandemia, conforme la normalidad nos encuentra, lo hemos dejado de lado. Pero a raíz de la importancia que resultó el dejar de respirar, expertos han puesto su mirada en las prácticas antiguas, las cuales llevan millones de años hablando del poder del respirar con calma.

Desde hace un tiempo, han salido a la luz estudios que hablan de la efectividad, al grado que bajar el nivel de respiraciones y hacerlo de forma consciente, tiene el mismo efecto que medicamento en pacientes con ansiedad.

Sin duda, el tratamiento de la ansiedad de la mano de un profesional es fundamental, pero conocer las herramientas que ayuden en momentos cuando estés solo, o simplemente encontrar una manera de sentirse mejor en cualquier momento, es un conocimiento que vale la pena guardar.

Por ello, te hablamos de tres ejercicios que los expertos han probado y resultan ser herramientas fundamentales para ayudarnos en nuestro día a día.

Comenzamos con el ejercicio Respiración 4-4-8, un ejercicio si te sientes ansioso o asustado. Sólo necesitas inhalar mientras cuentas hasta cuatro, aguanta la respiración mientras cuentas hasta cuatro y luego exhala mientras cuentas hasta ocho. Repetir.

Este ejercicio funciona debido a que el extender intencionalmente la exhalación para que dure más que la inhalación, que es el objetivo de este ejercicio, puede disminuir rápidamente el ritmo cardíaco y reducir la presión arterial. 

De hecho, extender la exhalación también es algo que el cuerpo tiende a hacer naturalmente cada cinco minutos más o menos, dicen los expertos, como una forma de "restablecer el ritmo de la respiración" y calmarse.

El siguiente ejercicio es el llamado Respiración nasal alterna, el cual es tomado de la yoga, y puede ayudar a mejorar el enfoque. Sólo necesitas cerrar la fosa nasal derecha e inhala por la fosa nasal izquierda mientras cuentas hasta cuatro. Ahora cierre la fosa nasal izquierda y exhale por la fosa nasal derecha mientras cuenta hasta cuatro.

Funciona debido a que según las antiguas enseñanzas hindúes decían que cada fosa nasal era responsable de diferentes funciones en el cerebro y el cuerpo, y cambiar intencionalmente entre las fosas nasales izquierda y derecha equilibraría esos dos sistemas y traería enfoque, claridad mental y calma.

Los investigadores han encontrado en algunos estudios que la fosa nasal derecha está conectada al sistema simpático, nuestro modo de lucha o huida, mientras que la fosa nasal izquierda está conectada al sistema parasimpático más tranquilo. Como mínimo, cambiar conscientemente entre las dos fosas nasales te ayuda a desconectarte de los pensamientos acelerados y concentrarte en el momento.

Por último, el ejercicio llamado la Caja de respiración, técnica que incluso los marinos utilizan para prepararse para los entrenamientos, e incluso antes del combate, porque puede mejorar el enfoque cognitivo. Sólo inhala contando hasta cuatro, aguanta la respiración contando hasta cuatro, exhala contando hasta cuatro y vuelve a contener la respiración contando hasta cuatro.

Funciona debido a que igualar las inhalaciones, contener la respiración y las exhalaciones, obliga a tu respiración a tener un ritmo constante, lo que te mantiene alerta y con energía en lugar de adormecerte en un estado completamente relajado.